jueves, 8 de enero de 2009

Socratismo

Hemos alcanzado un punto en el que ya no cabe escribir ciertas cosas. Sólo nos queda la honrosa salida socrática de hacer de nuestra vida escuela. (Arte, poema, escultura...).
¿Deberemos quemar lo ya escrito?. ¿Almacenarlo hasta que postumamente alguien haga algo?.
Siempre nos queda el consuelo de que el mayor anti-socrático de la historia, Friederic Nietzsche, solo vendiera en vida unos cincuenta ejemplares del Zaratrustra (de los cuales se rumorea que regalo siete a sus amigos).
La diosa de la Fortuna es esquiva.